TETUMA 2

2. - El avión ya había aterrizado en el Prat. La señal ” desabróchese los cinturones” retumbo en su cabeza, entonces reacciono Todo era diferente, pero todo seguía igual. Por fin en Barcelona, Lejos de Moscú sé esta mejor. La hija del coronel había encontrado apartamento, un buen lugar, Esta claro, los pocos años que le separan de la pubertad la ayudaron a hacerse pasar por una inocente estudiante del proyecto "Erasmus", además, sé las sabia todas. La vida de Karina había sido maravillosa, primero  su padre fue entrenador del equipo olímpico. Este cargo era un pasaporte a la buena vida. Los viajes fueron increíbles, y su niña siempre con él, Lo malo es que hasta en sus más salvajes correrías la niña observaba y aprendía lo que el mundo le podría deparar. Lo que sí tenía claro que nadie iba a comer gratis de su juventud, sin antes haber hecho un donativo a fondo perdido.  Se acabo el jugar gratis. Los cálculos de Karina eran claros: "...diez hombres a la semana  por doscientos euros cada uno igual a dos mil euros. No estaba mal para empezar. Ahora debía esperar y observar despacio y con calma.

Carmen era azafata, estaba todo el día fuera, viajando por todo el mundo. Lidia era de Lérida desaparecía el fin de semana. Eran las compañeras perfectas, Karina había estado ya haciendo de fulana en Ámsterdam, siguiendo a su novio, un holandés medio yonki que la puteaba de forma selecta. Así se procuraba la dosis, además de su ego, realmente las tenía enamoradas. Esta vez ni cholos ni drogas, solo traen problemas.

El piso en que vivían no estaba mal, pequeño pero bien situado, al lado del hotel Ritz. Era el piso de una señora que había muerto hacía poco, y su hijo les había alquilado el piso incluso estando de cuerpo presente, firmaron el contrato, y le depositaron la paga y seña, en el propio velatorio. El muchacho era amigo de Carmen, la azafata, según ella,"un rollito de juventud". Era de tez morena nariz aguileña, casi sin barbilla, alto y delgado. Una melena, algo grasienta, además de poseer un cierto aire de drogadicto. Estaba claro que disfrutaba en el velatorio. Invitando a las chicas para después de la incineración, a una cena en rosas. Decía que la última voluntad de su madre era comer en Bullí de Roses y que sus cenizas fueran esparcidas por la bahía. Las tres muchachas miraron al hijo de la difunta con perplejidad. La cara del muchacho había adoptado un gesto de vampiro. La casi inexistencia de barbilla, lo largo de su rostro, junto al traje negro le daban la apariencia del conde Drácula. El silencio se apodero de la bonita mañana de verano, nadie decía nada. El sacerdote llama al funeral, dando prisas que el coche marchaba al crematorio. Las tres entraron en primer coche, el de la familia. La cara dura de Jesús, así se llamaba el "nene", superaba los limites de la realidad.

El coche de la muerta arranca el primero y la comitiva después. Un Rato mas tarde habían llegado al crematorio del Montjuich. La técnica, en diez minutos el cuerpo de la aquella mujer fue reducido a una tinaja de 3 quilos de cenizas. Chus se acerco al chofer de la mercedes que los había traído, y después de enseñarle un billete verde, acepto llevar al anfitrión y a sus invitadas a Rosas. Como debe de ser, las últimas voluntades se tienes que respetar siempre.