TETUMA-4

4. - El celador llevo el paquete a la sala de disección. Con una cizalla fue desarmando los listones que componían el fúnebre envoltorio. A pesar de su contenido, un cuerpo de una mujer de unos 69 años, se limito a desembalarlo y a colocarlo sobre la camilla del congelador. El fornido joven, se dirigió hacia un cuartucho. Al entrar se encontró con dos hombres como él, parecían trillizos, Eran de esos tipos sin cuello, que además de ser grandes, está gordos y cachas los celadores perfectos. El que aparentaba mas edad pregunta al recién llegado por la calidad de la materia. Les dijo que a pesar de la edad, una mujer mayor de casi 70 años, tenia cuerpo de jovencita. Parecía que si sé l montaban bien, la podrían hacer pasar por mas joven. Así se la venderían mejor al catedrático de anatomía de la facultadle medicina de Barcelona. Los tres se miraron y decidieron poner manos a la obra. Después de que el  mayor sugirió usar los productos de la peluquería de su mujer, se frotaban las manos solo de pensaren lo que conseguirían si la hacían pasar por una de treinta y tantos. Sacaron el cuerpo de la nevera de la morgue. Al sacarlo de la fúndamelo envolvía, suspiraron. Comprobaron el certificado de defunción y coincidía.  En un momento, le habían teñido el pelo de un castaño suave, color que favorecía el pálido provocado por el rigor mortis. El cuerpo de la muerta estaba rígido pero ya había perdido el gesto de la muerte. Uno de los delatores afirmo sin pudor: Yo me la follaría. Sus compañeros repudiaron su actitud, pero no pudieron  retenerlo. Sin pensárselo, subió el cuerpo a la pira de mármol. Se bajo los pantalones y estaba totalmente salido. Ya no había manera de pararlo, en menos de un parpadeo, estaba sobre el cuerpo del cadáver realizando macabros movimientos pélvicos. Sobaba sus pequeños tetas, afirmando que estaban duras como las de una adolescente. Siguió tocando sin para a la muerta como si pretendiera resucitarla. La giro y escupió sobre su culo, - "Eso no!" Reclamaron sus compañeros. -"Será como follarme una virgen vestal, no reclaméis piedad, soy Calígula, el emperador". Su rozado pene parecía una seta. Sin mas reparos, encaro la caperuza sobre su objetivo, entro sin mas miramientos. Sus compañeros estaban aluciados ante tal acción, pero lejos de pararlo, se quedaron fascinados viendo como el cuerpo se retorcía bajo las carnes sonrosadas de su partener. El hecho es, que de haber estado viva, hubiese muerto en el fragor de la posesión.

Al cuarto de hora, el cerdo se corrió. El desplome sobre  su victima fue lo único que dolió a sus colegas. Le recriminaron que con su volumen iba a  echara perder él genero. La limpiaron con esmero y la dejaron en su lugar, no sin antes despedirse de su amiga del alma. Esta vez el negocio había salido redondo. Le colaron que la mujer había muerto mientras follaba con un obeso. Le colocaron que el tipo de un 213 Kg. se desplomo sobre ella después de correrse, asfixiándola con sus chichas. El Doctor les pago un 25% mas por la juventud.