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TETUMA-10

TETUMA-10

10.- Cerro los ojos para sentirse mejor. Los nervios empezaban a pasarle factura. De su niñez en Granada, ya no recordaba nada. Solo los recuerdos de Barcelona tenían sentido. El Mar, el Montjuich, el Gótico, las Ramblas y el Puerto. La señal ” abróchense los cinturones” retumbo en su cabeza, entonces reacciono. El avión ya había aterrizado en el Prat. Todo era diferente, pero todo seguía igual. Lejos quedaban los años pasados en Sudamérica, los mejores de la vida. Solo le quedo las secuelas de una malaria mal curada, unos calores incontrolables y ese temblequeo de manos. Al recoger la maleta, el sudor le empapaba la espalda. Pero todo estaba saliendo bien. Este era el sexto avión que cogía . Fueron seis semanas de vacaciones por el caribe suficientes para escurrir los tres quilos de cocaína que llevaba en la maleta. “Joder”, pensaba “como me he metido en esto. Jo!, lo hago por mis niños tiene que tener un futurillo” poco a poco se fue convenciendo. Al llegar al control, la ansiedad estaba mas aforada que nunca cuando entre los Guardias reconoce a José, el primillo del Castell de Ferro, que ahora es guardia civil. Clamando al cielo por su suerte, grito desde la fila “Pepeillo, mirame José, soy tu primo Paco”. “Pasa, tío, de donde viene golfo”. Después de abrazos y apretones, de repente, del tirón a Barcelona volando sobre un taxi.

El taxi enfilaba el Morrot, de fondo, se escuchaba  un extraño sonido. Al preguntar al taxista, lo primero que me dice es cuanto tiempo hacia que no venia a Barcelona. Era el nuevo equipo de la mezquita de Barcelona. Los Príncipes saudíes lo habían regalado a la ciudad como agradecimiento por la cesión de terrenos para construirla.   

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